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Autor: Revista Gestión *

La cotización del petróleo es altamente volátil. Si bien se proyecta un incremento del precio del barril hasta $ 72 dólares o más, los acuerdos entre consumidores y productores apuntan más a un escenario con un precio por barril de entre $ 50 y $ 60 dólares. No es exactamente un súper ciclo, pero sí habrá un incremento de los precios por la recuperación económica y los pactos entre ofertantes. Para la economía ecuatoriana, un gran reto es producir más, para ello se requiere inversión, ya sea pública o privada. Con el fin de aclarar dudas con relación al mercado petrolero, José Luis Fuentes, especialista en políticas públicas, internacionalista y catedrático, conversó con Revista Gestión. 

Estudios de JP Morgan, Barclays, Reuters sostienen que el precio del petróleo puede llegar a superar los $ 70 dólares por barril. El Goldman Sachs Commodities Research apunta a una cotización del crudo Brent en $ 75 en el segundo trimestre y $ 80 para el tercer trimestre del 2021. 

El aporte del sector petrolero a la economía del país no es marginal, aunque cada vez tiene menor prevalencia dentro de las arcas fiscales. Entre 2018 y 2020 representaron en promedio 27,89% del total de los ingresos del gobierno central. En cuanto a las exportaciones, estas representaron entre 2015 y 2020 31,8% del total de bienes exportados. 

Según Petroecuador, al 2020 el país dispone de reservas remanentes por 1.706 millones barriles. Si consideramos que en los últimos años el promedio de extracción anual ha sido de 192 millones de barriles, el país contaría con petróleo para 8,8 años más. 

 

  1. Varios análisis de Goldman Sachs, JP Morgan, Barclays y Reuters indican que el precio del WTI podría alcanzar los $ 72 dólares. ¿A qué se deben dichas previsiones? ¿qué factores las determinan? 

Hay varias cosas de por medio. Primero, no creo que llegue a los $ 100 dólares el barril del petróleo. El mercado del petróleo se ha presentado, no desde ahora, si no desde el año 2002-2003 enormemente volátil. En los últimos 15 o 20 años, el precio del petróleo llegó hasta $ 160, luego bajó a $ 100, permaneció en $ 100 dólares y luego cayó a $ 50. Y su punto mínimo antes de la pandemia fue $ 30. Luego, llegó a valores cercanos a cero. Pero en este momento otra vez está recuperándose.  

El precio del barril de petróleo depende, principalmente, de la recuperación económica en general. Actualmente, está recuperándose el consumo y la economía vuelve a retomar el impulso que presentaba en una etapa pre pandemia. Bajo este contexto, el precio del barril del petróleo va a tender a instalarse entre los $ 50 o $ 60 dólares en el mercado internacional. 

Otro factor es el acuerdo entre países OPEP y no OPEP, entre los más grandes, es decir, Irak, Irán, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos -que son grandes productores- y, por otro lado, Rusia y México, que se alinearon en ese mismo acuerdo para mantener una determinada estabilidad en el mercado del petróleo. Dicho acuerdo tiene el objetivo de que el precio del barril permanezca entre los $ 50 y $ 60 dólares. 

Y para la producción del Shell oil, el petróleo no convencional estadounidense que es extra pesado, se demanda precios altos para que ese petróleo sea rentable. Sumando todas esas circunstancias resulta una tendencia provisoria al alza.  

No es seguro que llegue a los $ 70, porque en el momento en el que tenga ese precio el barril de petróleo, el Shell oil, que es el petróleo no convencional que se extrae de la piedra lutita, tendrá precios competitivos, por lo tanto, este petróleo sale al mercado y eso hace que haya más producción, en especial en los Estados Unidos, y esto va a provocar que estos productores no controlen el mercado. Esto tiende a bajar el precio del petróleo en torno a $ 50 y $ 60 dólares. En resumen, esos son los factores que depende el mercado petrolero en forma general. 

 

  1. ¿Qué impacto tuvo la pandemia en el movimiento de los precios del petróleo? 

El mercado en este momento sigue estando deprimido, todavía los grandes mercados como Estados Unidos, Europa occidental, China… están en proceso de reactivación. Es un proceso en el que se retoman actividades del aparato productivo. Las fuentes energéticas, principalmente los hidrocarburos, son sensibles a la dinámica económica, en especial al transporte. Obviamente, con la pandemia, el sector transportes sufrió una ralentización notable.  

Pero con la reactivación, con las vacunas, va a cambiar el escenario. A inicios de la pandemia, el confinamiento impactó en el precio del petróleo, momento en el que incluso se registró una caída histórica en el precio del crudo. Actualmente, estamos en una época todavía de confinamiento controlado, la movilidad está controlada en general, supongo hasta septiembre-octubre que vamos a ver un retorno al consumo de cómo era antes y que la economía vuelva a tomar la misma dimensión que tenía en el 2019. 

 

  1. ¿Atravesaremos un superciclo (precios muy altos por un periodo extendido) o solo será un periodo de precios altos? 

Por todas estas circunstancias que están en juego, es poco probable que los precios se eleven altamente. Aunque las grandes instituciones financieras han previsto un escenario favorable, el mercado ha presentado una gran volatilidad en los últimos años y hace que sea muy difícil predecir. 

En el mercado del petróleo no hay un ciclo: con un periodo de altos y uno de precios bajos. Sin embargo, hay una variable clave: el acuerdo tácito entre productores y consumidores apunta a mantener una estabilidad entre los $ 50 y $ 60 dólares

Aunque también depende de conflictos entre países productores, tal es el caso de Rusia y Arabia Saudita, en donde las tensiones giran en torno a que Arabia Saudita reclama que reduce su producción, pero los rusos incrementan la suya y se benefician de los precios del mercado. Y todos estos factores tornan difícil predecir el precio del crudo con exactitud. 

 

  1. ¿Qué está detrás del conflicto entre Arabia Saudita y Rusia? Y, ¿cómo podría afectar esto al mercado del petróleo en Ecuador y el mundo? 

Es un conflicto de mercados, Arabia Saudita ha sido tradicionalmente el mayor productor de petróleo, por motivos de costos de producción, cuesta muy poco producir en Arabia Saudita, y en cuanto a la relación calidad-precio, el petróleo árabe es lo mejor que hay y por ello tienen un gran porcentaje del mercado.  

Cuando dentro de la OPEP se decide un acuerdo entre los grandes productores de limitar o de establecer cuotas de producción, esto significa que Arabia Saudita limita su industria. Y esto favorece a otros países que no pertenecen a la OPEP y que no tienen cuotas, como Rusia, en detrimento de Arabia Saudita. 

 

  1. ¿Influyó en algo que Ecuador haya salido de la OPEP? 

Es preciso evaluar a los países de la OPEP: Arabia Saudita produce ocho millones de barriles de petróleo, Irán produce cinco millones de barriles de petróleo, Emiratos Árabes Unidos produce cuatro millones, Irak produce otros cuatro millones de barriles de petróleo, Venezuela -si estuviera bien- podría producir 6 millones de barriles de petróleo. Nosotros producimos 500 mil barriles diarios, éramos el país más pequeño de la OPEP y nuestra presencia era más que nada simbólica. 

A la OPEP, que nosotros produzcamos o no produzcamos, le tiene sin cuidado. Pero en realidad, el Ecuador tenía varios inconvenientes en cuanto a la política de cuotas de producción debido a que es una importante fuente de recursos para el Estado y también es nuestro principal rubro de exportación. Por tanto, la presencia de Ecuador en la OPEP no era significativa, sino que podría implicar reducciones en la producción por las cuotas establecidas. En resumen, no hay mucha diferencia entre que estemos o no dentro de la OPEP, pero por seguridad, para evitar que nos limiten la producción, el país ya se desvinculó.  

 

  1. ¿El Ecuador está preparado para abastecer el mercado y aprovechar esta bonanza, considerando la caída de la producción petrolera que sufrió en 2020 y la falta de inversión en el sector? 

La producción petrolera del Ecuador puede ser fácilmente reemplazable dentro del mercado internacional, para nosotros la producción petrolera es importante, pero hacia afuera somos un producto marginal. Entonces, nuestra producción tiende a ser reemplazada, en especial por Venezuela o Colombia. Aunque ha pasado lo contrario últimamente, cuando Venezuela no ha podido abastecer, hemos sido nosotros los que hemos cubierto, no todo, por supuesto.  

Hasta antes del 2010 era la empresa privada la que tenían la mayor parte de la producción en el país, o sea, tenían el 80% de lo que Ecuador producía y exportaba, pero desde el año 2010, la empresa pública (Petroamazonas y Petroecuador) llegó a cubrir el 70% mientras que las privadas el 30%. En esos años, 2010-2014, se incrementó la inversión petrolera, pero la caída del precio del petróleo desde el 2014 hasta el año 2018 puso a trabajar en pérdidas a las empresas públicas y por la crisis económica y la falta de recursos desde el Estado, no se pueden cubrir las inversiones que se necesitan hacer. 

La mayor parte de nuestros campos están en declinación. No es que no produzcan, sino que necesitan aplicar tecnología, diferentes métodos para poder recuperar la producción de estos campos y esto es inversión y el Estado no ha tenido los recursos para invertir. 

Además, con un sector privado desconfiado por todo lo que ha ocurrido, por la renegociación, por el nacionalismo que se ha aplicado en las políticas, es una industria que más bien es renuente, que mira con cautela, con mucha prudencia lo que pasa, todo esto hace que no se pueda invertir en el sector ni que sea atractivo para otros inversionistas. Por tanto, el Ecuador no puede producir más y hace que el Estado no pueda beneficiarse del boom.  

Se prevé que el siguiente año va a decaer más la producción nacional. Pero, si el precio se incrementa, aunque se reduzca la producción, no va a significar una caída drástica de los ingresos petroleros. Sin embargo, hay que considerar los contratos comprometidos de venta de petróleo con China que nos reducen el beneficio. 

 

  1. ¿Cómo incidirán las positivas previsiones del precio del petróleo en las arcas fiscales del Estado?  

Hay dos candidatos: un candidato Guillermo Lasso, que se supone seguirá con la línea de apertura del sector; en el caso de que sea Andrés Arauz, se entiende que es una aplicación de políticas más nacionalista por los orígenes que él tiene, por el partido político de donde el sale, y por la tendencia que ellos tenían hasta el año 2016. Sin embargo, consideramos una política que ya no depende tanto de la persona, porque hay una deuda, el Estado no tiene todos los recursos económicos para empujar la inversión en el sector petrolero. 

El reto que el gobierno tendrá que superar es aumentar la inversión petrolera desde el lado público, dado que el sector privado no está interesado en invertir en un sector altamente volátil y nacionalista. 

 

  1. Los dos candidatos que pasan a segunda vuelta hablan de incrementar la producción petrolera, aunque no han indicado cómo lo harán, ¿sería esta propuesta factible? ¿cómo podrían hacerlo considerando la ineficiente producción petrolera que hay en el país y la baja inversión en el sector? 

El escenario del país es un poco complicado, varias cosas se han intentado hacer, por ejemplo, la apertura del Yasuní ITT, que a la larga tampoco ha dado la producción que se esperaba. Hubo exploración en el sur del oriente, pero también hay conflictos ambientales y conflictos con comunidades como Sarayaku, comunidades que tienen una oposición absoluta a la explotación petrolera en ese sector.  

La solución que resta es invertir más en los campos del oriente y que existen dos caminos: 1) sector público, que no deja de ser complicado debido a la falta de recursos porque la renta petrolera se extrae para gasto estatal y se deja de lado la inversión en el sector productor; 2) el camino privado, en donde el Estado debe dar garantías a las empresas para que inviertan en la producción de petróleo. 

Ese sería el escenario que podría plantearse para cualquiera de los dos candidatos que ganen las elecciones. 

 

  1. Según el informe 2019 de las reservas petroleras publicado por Petroecuador, al país le quedan menos de 10 años de reservas. Con este elemento, ¿qué se debería hacer con las reservas que quedan en los años venideros?  

Las reservas dependen de la inversión que se haga. Si el país invierte en exploración y producción, las reservas se van a incrementar. De los pozos petroleros no se saca todo el petróleo, depende de la tecnología que se use. Por ejemplo, en campos en declinación, si se aplica una tecnología que permita sacar más petróleo significa que la cantidad recuperable será mayor, entonces la reserva se incrementa.  

En el año 2016, según los reportes de WTI, el horizonte de producción del Ecuador estaba en 40 años, esto depende de la inversión direccionada al sector. En este momento, por falta de licencias ambientales, no se ha podido explotar todo el ITT y toda la región sur oriental. Pero, asimismo, depende del volumen de inversiones, para incrementar la producción, necesitamos inversión, sea del sector público o privado. 

 

  1. ¿Es posible un cambio de matriz productiva en un mediano o largo plazo? 

El Ecuador a mediano plazo no va a dejar de ser un país petrolero. En el mundo se está hablando de la transición energética al uso de las energías renovables. El mercado de las energías renovables está siendo cada vez más robusto porque cada vez hay más producción de energía solar y energía eólica, esto se traduce en una reducción de costos.  

Se tiene que buscar una política petrolera sostenible, pero también una de transición energética, igual sostenible; en esta discusión el país todavía no ha entrado, lamentablemente. La transición va a ser necesaria para el país, enfrentar los subsidios a los combustibles, por ejemplo, es parte de eso. 

Los datos de consumo que tiene el Ecuador en cuanto a hidrocarburos son insostenibles. Solo se sostiene porque somos un país productor propio. Para nosotros la eficiencia energética es una discusión importante en la que no hemos entrado. Es necesario que nos empecemos a plantear el tema de la transición energética y más que nada que empiecen a aplicarse políticas sostenibles. Va más allá de decir que en 20 años vamos a tener una matriz transformada de energía, sin que primero incrementemos la eficiencia en el consumo energético.  Segundo, que empecemos a producir más energía renovable, esto le favorece al país, porque mientras menos petróleo ocupemos internamente más podemos vender al exterior y eso claramente para el Estado es algo positivo. 

 

 (*) Elaborado por Karen Lucero, redacción Revista Gestión.

 

 

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Last modified on 2021-04-02

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