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Autor: Revista Gestión *

A marzo de 2021, el desempleo cayó en 0,2 puntos, alcanzando 5,5%. En general, la estructura del mercado laboral ha mejorado marginalmente; el empleo adecuado pasó de 33,2% a 34%, el subempleo cayó en -0,5 puntos, mientras que el otro empleo no pleno también tuvo una ínfima caída de -0,3%. Sin embargo, la PEA no deja de caer, pues de enero a marzo 156.750 personas han decidido retirarse del mercado laboral.

El pasado viernes 23 de abril, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) publicó los resultados del mercado laboral a través de la ENEMDU correspondientes a marzo. La Encuesta de Empleo Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU) provee información de la actividad económica y las fuentes de ingreso de la población. Desde el 2021, el INEC publica los resultados de la encuesta mensualmente, antes era trimestral.

Cabe aclarar que los datos de marzo ya podrían compararse con años anteriores por la característica de estacionalidad, puesto que se dispone de los resultados de ese mes de años anteriores, excepto del 2020 cuando inició el confinamiento obligatorio. Sin embargo, no son estrictamente comparables debido al cambio metodológico.

A marzo de 2021 se da una leve mejora en el mercado laboral. El desempleo cayó en 0,2 puntos, alcanzando 5,5%, mientras el otro 94,5% tuvo algún tipo de empleo. Esto se traduce en una reducción de 26.741 desempleados entre febrero y marzo. No obstante, cada vez más trabajadores deciden retirarse del mercado laboral y pasar a la población económicamente inactiva (PEI) (Gráfico 1).

De los 17,7 millones de ecuatorianos, 12,6 millones están en edad de trabajar (PET); es decir, personas que entre los 15 y 65 años. De ellos, 64,6% pertenecen a la población económicamente activa (PEA), pero en enero de este año la PEA estaba compuesta por 66% de la PET. Es decir, 156.750 personas han decidido retirarse del mercado laboral desde enero, cuando por lo general la tendencia es que la PEA se incremente.

Aunque no se conocen las razones para que los ciudadanos que se hayan desplazado a la inactividad económica, aquello da señales de que el mercado laboral sigue estancado y siendo poco atractivo, pues aunque el desempleo haya caído marginalmente de febrero a marzo en poco más de 26 mil personas, son más quienes se han retirado del mercado laboral (99.716 ciudadanos).

Gráfico 1

Tasa de participación global

 

 

RELATIVA MEJORA DE LA ESTRUCTURA LABORAL

Pese a la reducción de la PEA, se evidencia una mejora en la estructura laboral o, dicho de otro modo, en la calidad del empleo. A marzo 2021, el empleo adecuado pasó de 33,2% al 34%, lo cual equivale un aumento de más de 31 mil empleos adecuados en un mes. Sin embargo, con relación a marzo de 2019 se han perdido alrededor de 300.000 puestos de empleo formal, es decir, con el salario mínimo de $ 400 y todos los derechos laborales.

Mientras que el subempleo ha caído marginalmente, pasando de 23,2% a 22,7% en marzo. El otro empleo no pleno también tuvo una ínfima caída de -0,3%, aunque el empleo no remunerado creció en 0,6. Las altas tasas de participación de estos tipos de empleo no adecuado acentúan las desigualdades, perpetúan la pobreza y perjudican las arcas fiscales.

Sin embargo, el sector formal recoge a la mayor parte de los trabajadores del país. En general, el empleo en el sector informal ha decrecido mensualmente en 0,4 puntos, pero si se compara con marzo de 2019 la tasa de empleo informal es la misma, alcanzando el 46,7%.

La informalidad se encuentra tanto en los empleos asalariados como en los independientes. En el caso del subempleo -trabajadores que perciben ingresos menores al salario básico o trabajan menos horas a las estipuladas y tienen el deseo y la disponibilidad de trabajar más- casi la mitad (46,4%) son trabajadores que reciben un salario.

Pero en el caso del otro empleo no pleno - trabajadores con insuficiencia de horas y/o ingresos que no tienen el deseo y la disponibilidad de trabajar horas adicionales- la mayoría pertenece al empleo independiente (67,9%). Es justamente lo que está detrás de ser el segundo país más emprendedor de América Latina: la informalidad y la falta de empleo adecuado. Estos trabajadores más que nada no tienen disponibilidad de encontrar otro empleo, pues por lo general trabajan más de las 40 horas a la semana y perciben ingresos muy por debajo de los $ 400 dólares.

Gráfico 2

Estructura del mercado laboral

 

 

En la pandemia, los sectores que más plazas de empleo formal perdieron entre marzo del 2019 y marzo del 2021 fueron la construcción (63.309 empleos), el sector manufacturero -incluida la refinación de petróleo- (59.415 empleo menos), el transporte (50.653 trabajos), la agricultura y ganadería (49.622 empleos) y el alojamiento y servicios de comida (con 41.008 empleos menos).

Otras industrias, en cambio, lograron incrementar su capital humano debido al menor impacto que tuvieron por efectos de la pandemia. Entre marzo del 2019 y del 2020 ese fue el caso de los servicios financieros, que creó 18.394 plazas de empleo, el suministro de electricidad y agua, con 12.639 empleos más, y la administración pública, con poco más de 7 mil empleos. No obstante, esto no bastó para compensar la pérdida total de empleo. Por lo tanto, el resultado es el inminente deterioro del mercado laboral.

A LAS URBES LES CUESTA MÁS RECUPERARSE DE LA CRISIS

En la zona urbana hay mayor dificultad para recuperarse de la pérdida de empleos por la emergencia sanitaria que en el área rural. La tasa de participación global tuvo una variación negativa de -2,2% en las urbes, mientras que en la ruralidad creció en 0,5%. Es decir, que las personas que se están retirando de la PEA pertenecen a las ciudades.

Tal parece que en las ciudades hay un mayor estancamiento y menos capacidad de resiliencia. Esta realidad se demuestra en la capital del país, Quito, donde la cifra de desempleo -a marzo-alcanzó a 13,5% de la población, siendo la ciudad con la mayor tasa de desempleo. Es decir que 14 de cada 100 quiteños no tienen ningún empleo pese a que lo están buscando.

La brecha urbano-rural es indiscutible; la calidad del empleo sobresale en las urbes más que en la ruralidad. Pues las actividades productivas del área rural suelen ser mal remuneradas y, por tanto, prevalece la informalidad. A marzo, el empleo adecuado urbano es de 41,4%, mientras que en la zona rural llega a 19,7%. En tanto que el desempleo en la zona urbana cayó a 6,8% en marzo, mientras que en la zona rural permaneció en la tasa de 2,8%, igual que en febrero (Gráfico 3).

Pero, pese a que la calidad del empleo es mejor en las urbes, el área rural ha tenido mejores tasas de variación en el mes de marzo tanto para incrementar el empleo adecuado como para reducir la informalidad. Por ejemplo, aunque en este mes el empleo adecuado creció para ambas áreas, la variación fue mayor para el campo (4,6%), mientras que tanto en el subempleo como en el otro empleo no pleno el área rural pudo reducir de manera importante este tipo de empleos no adecuados. El empleo no remunerado, en cambio, no deja de profundizarse en la zona rural, y esto tiene relación con el género.

Gráfico 3

Tasas de empleo y variación mensual por área urbana y rural

 

 

LAS BRECHAS DE GÉNERO SE SIGUEN AMPLIANDO

En las leves mejoras de empleo para marzo siguen latentes las brechas de género que se profundizan con la crisis. A marzo, tanto el desempleo como el empleo adecuado mejoraron para hombres y mujeres El desempleo cayó en -0,1 puntos para los hombres y -0,4 puntos para mujeres, mientras que el empleo adecuado creció en 0,8 y 0,7 puntos, respectivamente.

Sin embargo, el subempleo cayó en -1,1 puntos para los hombres, contraste a las mujeres que incrementaron en 0,2 puntos. De igual manera sucedió en el empleo no remunerado, pues este tipo de actividades siguen incrementándose en las mujeres.

El Gráfico 4 muestra las tasas de empleo y desempleo por género y permite evidenciar las brechas en el mercado laboral con mayor claridad. Justamente donde la brecha es extremadamente amplia es en el empleo adecuado, donde hay una diferencia de 10,7 puntos, y en el empleo no remunerado, donde las mujeres superan en 11,7 puntos a los hombres.

Gráfico 4

Estructura del empleo por sexo a marzo de 2021

 

 

Difícilmente el mercado laboral podrá recuperarse en el corto plazo. La crisis por la pandemia ha impactado tanto al sector productivo como a la demanda agregada y esto solo ayuda a permanecer en recesión económica. Se requiere de inversión pública y privada para traer capitales al país, recuperar y mejorar la producción, pero también inyectar liquidez a las familias ecuatorianas para incentivar el consumo. El presidente electo concentró su campaña en la generación de empleo, pero antes deberá obtener un entorno de confianza, certidumbre y estabilidad.

 

(*) Elaborado por Karen Lucero, redacción Revista Gestión.

 

 

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Last modified on 2021-04-27

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